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OMS
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Esta es la historia de un hombre que, al tratar de ayudar a un niƱo, se ayudĆ³ a sĆ mismo y al mundo.
La historia y la incursiĆ³n del fundador de Bogdana en la investigaciĆ³n mĆ©dica, que eventualmente condujo a su avance en la fĆ³rmula, probablemente nunca hubieran sucedido si no hubiera sido por una serie de eventos en la familia Bogda de su esposa.
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Era el aƱo 1968. La cuƱada de Joseph Gruber vivĆa en un pequeƱo pueblo de Checoslovaquia, donde trabajaba en un laboratorio. Estaba embarazada y cuando dio a luz a un bebĆ©, pronto se hizo evidente que el pequeƱo Marcel naciĆ³ con un problema, un tumor raro en la parte baja de la espalda, que lo paralizĆ³ parcialmente. Sus riƱones no estaban creciendo y los mĆ©dicos de su pequeƱa ciudad predijeron que morirĆa en unos pocos meses. Como Ćŗltimo esfuerzo, realizaron una cirugĆa en el niƱo, pero en el proceso y por el uso de radiaciĆ³n, le cortaron la columna vertebral. Ahora estaba paralizado del pecho para abajo, pero vivĆa.
Grubers decidiĆ³ traer al pequeƱo Marcel a los Estados Unidos, una decisiĆ³n que iba a ser un giro drĆ”stico de los acontecimientos en todas sus vidas. āCuando lo vi por primera vez, no podĆa creer que tuviera cuatro aƱos y medioā, recuerda Joseph Gruber. "Se parecĆa mĆ”s a dos, sus dientes estaban descoloridos y sus pies estaban volteados hacia atrĆ”s y al revĆ©s debido a la atrofia". Pero no me rindo ādijo su tĆo y su intensa fe en la posibilidad de un rejuvenecimiento nervioso lo llevĆ³ a iniciar un programa intensivo de terapia para el pequeƱo, una terapia que incluĆa amor y oraciĆ³n junto con horas de fisioterapia todos los dĆas. y una estimulaciĆ³n electromagnĆ©tica de los nervios cortados. DespuĆ©s de nueve meses, el pequeƱo Marcel pudo caminar, por primera vez en su vida, con aparatos ortopĆ©dicos y muletas. HabĆa recuperado gran parte de la sensibilidad en sus mĆŗsculos antes muertos. 16 aƱos despuĆ©s de que comenzara el programa de Gruber; Marcel fue un ejemplo de un milagro moderno. No deberĆa haber llegado a la adolescencia, pero a los diecinueve aƱos todavĆa caminaba con muletas, podĆa conducir un automĆ³vil e ir a surfear en la cercana MalibĆŗ.
āEmpecĆ© a pensar en el rejuvenecimiento en ese momentoā, recordĆ³ Joseph. āVi con mis propios ojos que los nervios podĆan rejuvenecerseā. La experiencia llevĆ³ a Joseph a lo que se convertirĆa en una investigaciĆ³n casi obsesiva en el campo de la medicina. ĀæPor quĆ© y cĆ³mo se regeneran los nervios? ĀæCĆ³mo la terapia fĆsica intensiva habĆa convertido la vida de Marcel en un milagro de recuperaciĆ³n? Joseph comenzĆ³ un estudio personal en el Ć”rea del rejuvenecimiento de nervios y mĆŗsculos y en el sistema endocrino. ComenzĆ³ a cuestionar el proceso de envejecimiento en sĆ y recurriĆ³ a descubrimientos mĆ©dicos que prĆ”cticamente estaban acumulando polvo en los estantes, mientras que la comunidad mĆ©dica los ignoraba en gran medida.
Durante los siguientes 15 aƱos, Joseph Gruber dedicĆ³ gran parte de su tiempo a la investigaciĆ³n mĆ©dica, y durante ese perĆodo, desarrollĆ³ una teorĆa del envejecimiento que sugiere, bĆ”sicamente, que el envejecimiento es un proceso provocado por una falla en nuestros propios cuerpos.
Debido a su composiciĆ³n molecular, los nutrientes que ingresan a nuestro torrente sanguĆneo a menudo son demasiado grandes para penetrar la membrana celular. Pero si se reducen los nutrientes, se pueden absorber.
"Es posible que a los 150 aƱos, un individuo pueda estar en la flor de su juventud", afirmĆ³ Gruber. "Hay bastantes cientĆficos que creen que nuestros cuerpos podrĆan vivir entre 500 y 600 aƱos".
Partiendo de la premisa de que, si se puede producir una sustancia que penetre en la membrana celular, se puede revertir el proceso de envejecimiento. āLa teorĆaā admitiĆ³, āo es 'correcta' o no es buena en absoluto. El caso es que cuando diseƱƩ la fĆ³rmula, la diseƱƩ con esta teorĆa en mente. Y he aquĆ que la primera fĆ³rmula funcionĆ³ ".
Por un extraƱo accidente, Joseph Gruber se convirtiĆ³ inadvertidamente en un caso de prueba de la eficacia de esta fĆ³rmula. Solo un mes despuĆ©s de haber desarrollado la fĆ³rmula y de haberla probado en su cara, un dĆa mientras cebaba la bomba de combustible del auto, quedĆ³ envuelto en un incendio de gasolina en su cara, cuello y pecho. Lo llevaron de urgencia al Sherman Oaks Burn Center, donde estuvo hospitalizado con quemaduras graves durante todo el mes. DespuĆ©s de su alta del hospital, con la herida aĆŗn abierta, debido a una infecciĆ³n que no cicatrizaba, le pidiĆ³ a su esposa que aplicara la fĆ³rmula en la piel. La infecciĆ³n desapareciĆ³ y en 5 dĆas la herida se cubriĆ³ con piel nueva. Su cabello volviĆ³ a crecer a travĆ©s del tejido injertado y hoy este rostro no muestra evidencia de haber sido quemado.
En 1987, despuĆ©s de estudios adicionales, Joseph y Bogda decidieron poner la fĆ³rmula a disposiciĆ³n del pĆŗblico en general con el nombre BOGDANA (que significa que Dios ha dado en lengua eslava).
Nota: La ediciĆ³n de septiembre de 1988 de la revista Discover presentaba una visiĆ³n completa del Proyecto Miami para curar la parĆ”lisis, que incluĆa el mismo tratamiento de estimulaciĆ³n nerviosa elĆ©ctrica que Joseph Gruber fue pionero con el pequeƱo Marcel 15 aƱos antes.
Con los avances mĆ©dicos modernos en esta Ć”rea, es posible que muchas personas con discapacidades causadas por disfunciĆ³n nerviosa y la consiguiente atrofia muscular puedan ser tratadas de nuevas formas que les permitan funcionar como un ser humano fĆsico completo una vez mĆ”s.